Lo más benigno que puede ocurrir cuando alguien usurpa nuestra identidad en Internet es aquel molesto mensaje en Facebook que deja algún amigo que tomó nuestra cuenta como escenario para reírse de uno. Sin embargo, el robo de identidad en Internet puede llegar hasta extremos que podrían chocar con nuestras finanzas o nuestro récord criminal.
Revisemos algunas prácticas para evitar que eso ocurra.
- Cierra sesión. No importa que estés en la computadora que usas todos los días en el trabajo. La primera medida de seguridad es evitar mantener la sesión de nuestras redes sociales y de correo abiertas. En el caso de Facebook, hay una opción para mantener la seguridad que pocos conocen: la red social nos permite saber desde dónde te has conectado por última vez.
- El modo incógnito. Una forma de asegurarnos que nuestras sesiones no queden guardadas es ingresar a través del “modo incógnito” o “navegación privada” que varios navegadores usan para no guardar registro de los sitios web visitados. Así la máquina no podrá guardar las contraseñas y nuestra información estará a salvo.
- Deja de exhibirte (I). No importa que tus fotos estén en modo privado en tus redes sociales, o que se las envíes solo a tus amigos por mail. Puede que quienes tienen acceso a ellas las publiquen o compartan. Es mejor evitar compartir imágenes que luego puedan ser usadas por alguien que quiera usurpar tu identidad.
- Deja de exhibirte (II). Otra forma en la que la gente suele exhibirse es dando información: presumir del nuevo celular que te costó una millonada puede ser un error, tanto como poner imágenes del auto nuevo o de la casa recién comprada. Todo eso termina siendo información que puede ser usada por alguien que quiera tomar nuestra identidad.
- La geolocalización. Redes como Foursquare pueden ser un problema: ya se ha visto bromas de gente haciendo check in en el banco, pero el tema va más allá. Las fotos, por ejemplo, tienen la fabulosa opción de registrar dónde han sido tomadas, por lo que alguien que quiera obtener información de uno para robar nuestras contraseñas podría saber hasta dónde queda nuestra casa.
- Contraseñas fuertes. Olvidémonos de una vez de poner eso de la fecha de nacimiento o el número de teléfono. Evitemos poner preguntas de seguridad muy obvias. Hay algunas que podrían ser averiguadas fácilmente por alguien con acceso a nuestra cuenta.
- Registrar nuestro nombre. Otra posibilidad es la de empezar a comprar dominios con nuestro nombre para que luego nadie los compre con el fin de incomodar. También podemos crear cuentas en todas las redes sociales que se nos ocurran, sin ninguna información.
- El https. Las direcciones de Internet suelen estar antecedidas por los caracteres http://. Sin embargo, si es que se te pide algún dato personal como números de cuenta, por ejemplo, ve que la dirección tenga delante los caracteres https://, que garantizan que el pedido se hace desde un servidor seguro.
- La máquina segura. Un amigo decía que la única computadora a la que no le entran virus es aquella que no está conectada a Internet ni tiene puertos USB. Así que para evitar que ingresen bichos que podrían vulnerar nuestra seguridad, es necesario tener todos los antivirus, firewalls y antispyware posibles, además de seguir algunas reglas de comportamiento que evitarán que descarguemos programas espías.
- La computadora ajena. Si no estás en una máquina que habitualmente uses, mejor no entres a tus cuentas privadas. Suele pasar cuando estamos de viaje, por ejemplo. Si tu situación es esa, mejor ingresa desde tu laptop, celular o tablet y hazlo a través de una conexión segura.
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