Un profesor ruso se alza contra el gigante Microsoft
Un profesor ruso, que se convirtió en una especie de 'héroe' tras ser juzgado y condenado por usar programas 'pirateados' de Microsoft, ha lanzado una campaña contra la dominación global que ejerce el gigante informático del 'software'.
Durante su juicio, los medios rusos describieron a Alexander Ponosov como un héroe contra una gran corporación en una batalla al estilo de David y Goliat. Tanto el presidente ruso, Vladimir Putin, como el exlíder soviitico Mijaml Gorbachov lo apoyaron. Aprovechando su repentino tirón mediático, Ponosov anunció la fundación de un grupo de presión que pretende que Rusia reduzca su dependencia de los programas informáticos producidos por empresas como Microsoft, para promover el uso de 'software' libre.
El profesor, que reside en un remoto pueblo en la región de Perm, en los Urales, declaró que el dominio de las grandes compañías de 'software' es una amenaza para la seguridad nacional. Por el uso del código abierto "Nuestra dependencia de los productores occidentales de programas es un riesgo para nosotros. Nosotros estamos, de hecho, perdiendo la independencia del país", afirmó Ponosov en un rueda de prensa. "Citando al zar Alejandro III, Rusia tiene sólo dos aliados, su
Ejército y su Marina", expresó el profesor. Ponosov declaró que la solución, a su juicio, son los programas de código abierto frente a los producidos por empresas como Microsoft, Oracle o Apple, que son propietarios y además les genera enormes ingresos por la venta de licencias. "¿Qué le compraría a su hijo si quisiera que creciera para convertirse en una persona brillante, un bonito coche de juguete o uno para construir?", dijo Ponosov. "Hace más de un año que no utilizo programas de Microsoft en el ordenador de mi casa", agregó. Una polémica condena.
Un tribunal condenó al profesor el año pasado con una multa de 200 dólares, que suponía la mitad de su salario mensual, por instalar versiones 'pirata' de Windows y Office en los ordenadores que
utilizaban sus alumnos en la escuela. Posonov se defendió con el argumento de que los programas ya estaban instalados por un subcontratista y que no sabía que las licencias eran falsas. Incluso el propio presidente ruso calificó esta condena de "disparate". Ahora Ponosov afirma que su nueva organización, llamada el Centro Ruso para las Tecnologías Gratuitas, actuará como un grupo de presión ante el parlamento para que se adopte una legislación que aliente el uso del código abierto.
El Gobierno de Rusia ya ha declarado que planea implementar estos sistemas en su escuelas.
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