"Te envié un video en el que estás vos". La frase, amistosa e inocente,  puede ser una sentencia a corto plazo. Detrás de estas invitaciones  -"Mirá este video impactante!" es otra de las más comunes- se esconden  personas, grupos o verdaderas organizaciones criminales que operan en  Facebook, a nivel mundial, tras el rastro de información personal,  claves y contraseñas.
Con sólo hacer un clic en el enlace, comienza el derrotero. Una vez que  los cibercriminales atrajeron la atención del incauto, necesitan su  nombre de usuario y contraseña para iniciar la siguiente fase del  ataque. Entonces se lo envía a una página de inicio que parece  exactamente igual a la de Facebook, pero en realidad es una copia  alojada en otra dirección web. Es lo que Marcelo Pizani, Gerente de  Producto de la empresa de seguridad informática Panda Security, denomina  en la jerga informática "el gancho".
Una vez que el usuario suministró sus datos de ingreso, la aplicación  maliciosa le requiere pleno acceso a su información personal y derechos  para publicar a través de su perfil, lo que le asegura difundir el  ataque entre todos los contactos del usuario.
Como toda estafa, el engaño se basa en la confianza: al tratarse de una  red de amigos, familiares y conocidos, la tasa de efectividad de la  maniobra se dispara. "En otros fraudes suele ser de un 3 o 4%, en este  llega al 10%", revela Pizani. En el mundo Facebook, ese porcentaje puede  significar cientos de infectados en cuestión de minutos.
Los ataques así se diseminan con velocidad pero por fortuna suelen tener  corta vida, porque alguna de las víctimas sospecha, intenta verificar  la autenticidad del link y cuando descubre la trampa alerta al resto de  la cadena. En las últimas semanas se vivió el auge de los videos sobre  "la tragedia de los mineros chilenos". Antes fue el furor de los  anzuelos con "Michael Jackson". "Los temas de actualidad tienen gran  aceptación", explica el especialista.
Una clave para tener en cuenta es mirar el dominio de la presunta página  de entrada a Facebook, y chequear si la URL es la auténtica o falsa. En  caso de duda, nunca reescribir la contraseña y volver a ingresar desde  el sitio confiable.
En manos de los delincuentes
Los planes de los hackers son variados, pero los más peligrosos no  admiten límites. "Hay muchos que cuando te sacan la cuenta pueden  infectar a toda la red. Logran el acceso a diversas aplicaciones y  descargan virus 'troyanos' que quedan residentes en el sistema. El  'troyano' permanece oculto y cuando el usuario descubre el ataque, que  modifica su contraseña de Facebook y vuelve a tener control, puede sin  saberlo entregar la información. Un 'troyano', por ejemplo, puede  registrar todo lo que se pulsa en el teclado y acceder a la contraseña  del homebanking", sintetiza Pizani.
Si la contraseña de Facebook es la misma que la utilizada para un  webmail, cuentas de bancos y demás, la vulnerabilidad es absoluta. Las  dos recomendaciones más básicas, repetidas pero en muchos casos  olvidadas: "No repetir las contraseñas y que contengan, sí o sí, una  combinación de letras y números".
Un riesgo adicional es que la aplicación queda asociada al perfil, a la  cuenta, entonces si uno se conecta desde la computadora del trabajo, y  después ingresa a Facebook en su casa, también se descarga en esa  máquina.
¿Qué hacer si el perfil de Facebook ha sido hackeado?
Paso 1: Lo primero de todo, eliminar los permisos a la aplicación  maliciosa. Es un proceso sencillo: desde "Cuenta > Configuración de  las aplicaciones" en la esquina superior derecha del perfil de Facebook.  Esto garantizará que la aplicación no siga teniendo acceso al perfil  una vez cambiada la contraseña.
Paso 2: Cambiar el usuario y la contraseña de acceso a la red social,  yendo a "Cuenta > y Configuración de la Cuenta" en el menú de la  esquina superior derecha del perfil de Facebook.
El paso siguiente es enviar mensajes a todos los contactos, incluso  reforzar el alerta a través de e-mails. El "Muro" de Facebook también es  una excelente vía de información.
Hay que cuidarse las espaldas. El definitiva el problema no es de  Facebook. "No tiene responsabilidad. Obviamente el hecho de que el sitio  tenga mensajería instantánea va a permitir que te manden un mensaje  malicioso, pero ¿qué debería hacer el sitio, restringirla? Es una red  social con muchas aplicaciones, ese tipo de medidas le quitaría la  funcionalidad. Lo que puede hacer es mejorar en la concientización,  recomendar, advertir", concluye Pizani.
El problema es serio. Nuestro país es tercero en cantidad de este tipo  de ataques en la región, detrás de Brasil y México. Aunque parezca  insólito, todo empieza con la invitación a salir de un chico o una  chica, un trabajo atractivo para desarrollar desde el hogar o el último  método para hacerse millonario. Puede estar orquestado desde Rusia,  Nigeria, o una remota ciudad asiática, porque se programa desde  cualquier sitio y en el idioma que domina la futura víctima. El resto es  esperar: Facebook tiene más de 500 millones de usuarios.
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